Restauracion de la Iglesia de San Roque de Alumbres

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Historia de la Iglesia de San Roque de Alumbres

La iglesia de San Roque se construyó a finales del siglo XVII, hay datos que datan su construcción, aunque también hay documentalistas que la sitúan hacia 1677, manteniendo su estatus de ermita hasta el siglo XIX.

En los documentos históricos ya se describe que su uso, bastante limitado a las misas sin que tras ellas se mantuviera o cuidara el templo al retirarse los párrocos a su convento o población, lo que se sumaba a los abundantes entierros en el suelo del templo; todo ello suponía para el mismo un deterioro acusado y difícilmente resuelto, tanto en su pavimento, como en muros y techumbres.

La parroquia de Alumbres se instituye bajo la advocación de San Roque, cuya procedencia es Francia (Montpellier), y parece ser que era atendida principalmente por los Franciscanos Recoletos del Monasterio de San Ginés de la Jara.

Vargas Ponce, a finales del siglo XVIII, describió la iglesia de Alumbres de la siguiente manera: Alumbres tiene una iglesia de tres naves y bastante capaz, no tiene orden ni nada notable. Su pavimento todo destrozado a causa de los continuos entierros, pero en el día hay cementerio a espaldas del templo

A lo largo de sus 300 años de vida, fenómenos meteorológicos adversos, como tormentas y fuertes vientos, han dejado su huella en las cubiertas originales, desafiando la resistencia del edificio. Asimismo, periodos de conflictos y guerras han dejado cicatrices en sus muros, recordando a las generaciones presentes la importancia histórica de este lugar de culto.

La intervención de la Iglesia

Este continuo deterioro, ha significado que haya sido objeto abundantes reparaciones y rehabilitaciones, permaneciendo no obstante su estructura y aspecto general bastante inalterado, respetando su morfología original. En 2008 se realizó un estudio en profundidad de sus necesidades y estado de conservación, iniciando el proceso para establecer los trabajos necesarios para detener su deterioro y recuperar su integridad.

Debido su avanzado estado de deterioro y sus graves necesidades, realizar una intervención integral resultaría en exceso costoso, por lo que ésta se ha dividido en varias fases. La primera, que abordó la restauración de emergencia de la Capilla del Carmen, se sigue con la actual intervención de las cubiertas. Con estos trabajos se pretende eliminar uno de los principales focos de deterioro, la entrada de agua de lluvia y, con ello, su nefasto efecto en la resistencia de la estructura del templo. Una vez protegida la integridad, se podrá continuar con otros trabajos interiores y en las fachadas.

La actual intervención en las cubiertas no sólo pretende devolverle la obligatoria estanqueidad, evitar las filtraciones de humedad y asegurar la protección contra los elementos, sino que, al tratarse de un monumento patrimonial, todos estos trabajos deben seguir el criterio imprescindible de mantener su originalidad, emplear sus técnicas constructivas tradicionales y respetar en todo el proceso su integridad estética y su antigüedad.

Humedades en la Iglesia de San Roque de Alumbres

Así, se abordará la retirada de la actual cubierta de teja, rellenos y entablados, para proceder al saneado completo de la estructura de madera de las techumbres, su restauración y reintegración. La misma práctica se realizará en la cubierta de teja, recuperando la mayor cantidad posible de teja original para volver a reponerla, reintegrando las faltantes también con teja envejecida. Otro paso imprescindible será la impermeabilización tanto entre la teja y la tablazón, como de las zonas de encuentro entre las diversas alturas, acanalados y caídas de agua, para lo que se realizarán los pertinentes emplomados. También se intervendrán puntualmente las fachadas y las carpinterías de cierre más deterioradas.

La actual intervención incluye, además, el estudio preliminar de las fachadas (técnica de ejecución, materiales constitutivos y pruebas de limpieza y consolidación). Éste servirá de referencia necesaria para el desarrollo del proyecto para la siguiente fase de intervención.

La restauración no solo apunta a reparar los daños sufridos, sino también a revitalizar este monumento histórico para las generaciones futuras. Cada esfuerzo se realiza con el máximo cuidado para mantener la esencia y la estética original, garantizando que la iglesia continúe siendo un símbolo perdurable en el corazón de Alumbres.

No solo será un acto de restauración física, sino también un renacer cultural que reafirmará el papel crucial de la Iglesia de San Roque en la identidad y la memoria colectiva de la comunidad.

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