Se trata de una obra de gran ejecución, con reminiscencias clásicas y un modelado noble y vigoroso. El escudo cuenta con un yelmo cuya cimera es un espléndido león alado. El delicado tratamiento de los detalles del casco hace de esta pieza una obra deliciosa. Así se percibe perfectamente labrada la celada, la flor y otros motivos vegetales que dan a esta pieza un carácter emblemático, además del remate de los lambrequines.
En la zona central, tenemos el blasón heráldico en sí, sostenido por dos sirenas a los lados. Este escudo representa los nobles apellidos de Francisco de los Cobos y Molina y su esposa María de Mendoza y Sarmiento.
Así encontramos en el extremo superior izquierdo las armas de la familia Cobos: “en campo de azur cinco leones de oro coronados de lo mismo, rampantes y colocados en sotuer”; a su derecha las armas de la familia Mendoza: “en campo de gules, una banda de sinople perfilada de oro y unas cadenas de oro”
Abajo a la izquierda las armas de la familia Molina: “en campo de azur, una torre de plata, al pie de ella media rueda de molino del mismo metal; acompañado de tres flores de lis de oro, una en jefe y otra a cada lado de la torre. Bordura de gules con ocho aspas de oro”; y finalmente a la derecha, las armas de la familia Sarmiento: “en campo de gules trece roeles de oro bien ordenados”.
Cerrando el conjunto a modo de repisa en la parte inferior, encontramos en la primera moldura la fecha que data el conjunto “1543” en una cartela, flanqueada por cabezas de ángeles y frutas. Aún más abajo, un ángel alado se encuentra entre una curiosa decoración vegetal y con palmetas y vainas de lo que parecen guisantes. A derecha e izquierda dos cabezas de ancianos con las orejas puntiagudas.