Yacimiento arqueológico de Bruñel: historia y restauración
Situado en el término municipal de Quesada (Jaén), el yacimiento arqueológico de Bruñel se remonta al siglo II a.C.
Los romanos, a su paso por el valle del Guadalquivir y dada la fertilidad y buen clima de las tierras del parque natural de Cazorla, decidieron realizar aquí un asentamiento. El yacimiento está formado por una villa romana concebida como casa residencial, que cuenta con tres fases de construcción en los siglos II, III y IV y una necrópolis ibérica que data del siglo IV a.C.
Fases de construcción de la villa romana
Se pueden diferenciar las fases que definen la villa por la dispersión de la cerámica. La primera, del siglo II, se sitúa en la zona más occidental. Se pueden apreciar los restos de un edificio cruciforme irregular y de una gran cisterna en la que se recogía y guardaba el agua.
La segunda fase data con casi total seguridad del siglo III. En ella se encontraba el peristilo y las habitaciones de la villa. Los pavimentos están compuestos por 95m2 de mosaicos. Los mosaicos eran polícromos y representaban figuras humanas y animales, generalmente en composiciones geométricas.
La tercera fase se enmarca en el siglo IV, donde se concibió una villa utilizada como cortijo dedicado a la explotación agropecuaria. Existía un gran patio-corral central alrededor del que se abren diferentes estancias sin pavimentar, conectadas con el peristilo por dos pasillos.
En el sector noroeste se sitúan los restos materiales y constructivos de época ibérica. Así mismo, junto a la puerta de entrada a la villa se documenta la existencia de dos tumbas de incineración.
Actualmente el yacimiento arqueológico de Bruñel se encuentra cerrado. Durante la primera fase de intervención que estamos llevando a cabo desde Lorquimur, se ha adecuado el acceso a la villa así como un parking para facilitar el aparcamiento de los visitantes. De los 7 mosaicos que existen, se ha habilitado la visita a 3 de ellos.