Se trata del monumento medieval conservado más antiguo de la ciudad, además de ser, junto con la torre XIV, la única de origen medieval que se conserva en el recinto amurallado, además es una de las siete puertas que daban acceso al recinto amurallado, construida en el siglo XIII y conserva en su estructura varios elementos de tradición mudéjar.
Los trabajos de consolidación de este monumento fueron `minuciosos`, ya que implican la reconstrucción de los elementos arquitectónicos mediante su unión, al encontrarse dispersos tras el derrumbe producido en diciembre de 2005 por un corrimiento de tierras.
Las obras supusieron la consolidación estructural, el realce de la cimentación y la protección de las fábricas para evitar su sucesivo deterioro y que se continúe de forma segura los estudios arqueológicos del entorno de la antigua puerta.

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