La obra analizada había sufrido numerosos desperfectos de diversa importancia, tras el impacto sufrido en la Iglesia de Santiago, de la ciudad de Lorca, en el terremoto del pasado 11 de mayo de 2011.
Afortunadamente se han podido salvar los distintos fragmentos en los que la escultura quedó reducida tras la caída de material pétreo del templo, en la intervención de emergencia que se produjo los primeros días tras el seísmo. La empresa Lorquimur realizó una impecable labor de documentación fotográfica del estado en el que se encontraba la escultura (parcialmente enterrada), y procedió a recuperar, embalar y trasladar convenientemente la pieza a un almacén, llevando posteriormente una intervención basada en los criterios contemplados en las CARTAS DEL RESTAURO de 1972 y de 1987.

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